¿Qué dice tu cuerpo? La importancia del lenguaje corporal

En los últimos años se ha oído mucho hablar de la importancia del lenguaje corporal y la comunicación no verbal, no sólo en nuestra vida cotidiana, sino también en momentos determinantes, como puede ser una entrevista de trabajo. Y es que aunque controlemos las palabras, los gestos y las expresiones son realmente difíciles de dominar.

 

Uno de los investigadores más conocidos en cuanto al estudio de expresiones faciales y movimientos corporales es Paul Ekman, en cuyos estudios está basada precisamente la serie “Miénteme”. Ekman establece que se puede detectar si una persona está mintiendo a través de sus gestos y microexpresiones faciales.

 

Pues bien, dado que el lenguaje corporal tiene una gran influencia y que en épocas de crisis no podemos desaprovechar ninguna oportunidad de encontrar empleo, hoy os queremos dar unos consejos sobre qué es recomendable y qué no lo es a la hora de hacer una entrevista de trabajo.

 

Para empezar, uno de los gestos más conocidos por todos es el de los brazos cruzados. Esta es precisamente una de las posturas que se deben evitar a toda costa en una entrevista de trabajo, ya que indica que la persona está a la defensiva y en una actitud hostil.

 

Lo más apropiado sería sentarse recto, con las piernas sin cruzar y las palmas de las manos abiertas. Además, inclinar ligeramente la cabeza cuando una persona nos habla denota interés, mientras que apoyar la cabeza en la mano indica aburrimiento, al igual que mirar el reloj continuamente.

 

También es recomendable mantener el contacto visual (aunque no todo el tiempo) mientras se habla con el interlocutor, evitando dirigir la mirada al suelo, ya que esto podría significar que no creemos en lo que estamos diciendo.

 

Algo también muy común, sobre todo entre las féminas, es jugar con el pelo, algo que denota inseguridad, igual que comerse las uñas, que además también muestra nerviosismo, por lo que son gestos a evitar.

 

Durante la entrevista, y en las ocasiones en las que creas conveniente, no dudes en mostrar tu mejor sonrisa, e intenta controlar y evitar los tics y muecas.

 

Por otra parte, también hay que tener en cuenta las distancias. Esto no sólo es importante en las entrevistas sino en nuestro día a día. En general, se pueden distinguir cuatro zonas:

 

• Zona íntima (de 15 a 45 cm.). Es la zona más importante, por lo que sólo pueden acceder a ella las personas más cercanas y con las que tenemos una mayor confianza: familiares, pareja, amigos íntimos y mascotas.
• Zona personal (de 46 a 122 cm.). Es la distancia que mantenemos en el trabajo y reuniones o actos sociales.
• Zona social (de 123 a 360 cm.). La que mantenemos con los desconocidos.
• Zona pública (más de 360 cm.). La que se da cuando estamos frente a un nutrido grupo de personas.

 

Por último, no olvides que la primera impresión es la que suele contar en la mayoría de los casos, así que prepara bien la entrevista y el saludo (da la mano mirando a los ojos y con una suave sonrisa), y ten en cuenta estos consejos.

Rocío Bonachera Escribano